ISBN: 9798535651743
Páginas: 230
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Sinopsis: En todos mis viajes al Imperio del Dragón (China), siempre he sentido la necesidad de empaparme no sólo de sus artes marciales, sino también de su Historia, Cultura y Tradiciones… por ello siempre he estado tomando notas y fotos, y sobre todo buscando información. En el área de 北京Beijing visite como no podía ser de otra manera; la 紫禁城 Ciudad Prohibida, el 天坛 Templo del Cielo y la parte de la 长城 Gran Muralla en 八達嶺 Badaling. En este libro os traigo mis notas para todo aquel que desee visitar China algún día, no es una guía de viajes, pero si un viaje por su historia.
长城 Changcheng o la Gran Muralla China, es un antiguo proyecto de defensa militar chino de 21.196 Km de largo, que involucró a 20 dinastías y cuya construcción duró 2.000 años. La gran muralla es la estructura más grande hecha por humanos. La obra de ingeniería militar más gigantesca de todos los tiempos se extiende a lo largo de 21.196 kilómetros, desde el golfo de Bohai hasta el desierto de Gobi.
Declarada por la Unesco en 1987 patrimonio de la humanidad y elegida 20 años después como una de las siete maravillas del mundo moderno tras una votación popular en la que participaron cien millones de personas, la Gran Muralla china suele aparecer en la bucket list de millones de viajeros de todo el planeta.
Envuelta de un halo de misterio, ha hecho correr ríos de tinta. Todavía hoy, las dudas sobre numerosos aspectos acerca de su naturaleza y de su historia continúan acechándonos. Y es que una obra de su magnitud despierta infinidad de interrogantes.
No fue conocida más allá de las fronteras chinas hasta principios del siglo XVII, cuando el jesuita, misionero y explorador portugués Bento de Góis descubrió su existencia. Respondía a nombres diversos, como “fortaleza” “barrera” e incluso “Dragón de la Tierra” y fue dos siglos más tarde cuando se dio a conocer al mundo como la Gran Muralla china.
Aunque no puede presumir de ser apreciada desde el espacio -un bulo largamente extendido- sí puede alardear de ser el monumento más visitado en un solo día de todo el mundo. Y es que el 1 de octubre de 2014, durante la festividad nacional, fue visitado por ocho millones de personas, una cifra increíble, pero, a decir verdad, acorde con sus impresionantes dimensiones.
A pesar de contar con más de 2.000 años de historia, la Gran Muralla China estuvo celosamente custodiada por las distintas dinastías chinas que han pasado por la historia del país. De hecho, no fue hasta el año 1605 cuando se le fue permitido pisarla por primera vez a un occidental: el jesuita portugués Bento de Góes.
Desde comienzos del siglo XVI, varios misioneros portugueses se embarcaban en la entonces llamada «Carrera de las Indias”, un largo viaje que tenía una duración aproximada de siete meses y que suponía dejar atrás su vida para comenzar su carrera teológica en países orientales como Japón, China o la India. Este fue el inicio de la «aventura» que llevaría al misionero Bento de Góes a recorrer más de 4.000 kilómetros cruzando estepas y montañas hasta llegar a encontrar la Gran Muralla China.
La Ciudad Prohibida… es un complejo palaciego situado en Beijing, capital de China, que he visitado algunas veces, en especial con mi Maestro. Si alguien ha visto la película de “El último emperador” de Bernardo Bertoluchi, estos escenarios le llevaran sin duda a los espacios que se ven en la película, ya que fueron rodados allí mismo. De hecho, nosotros pudimos ver una pequeña representación para la televisión china que se estaba rodando en aquellos momentos.
Durante casi quinientos años, desde la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Qing, fue la residencia oficial de los emperadores de China y su corte, así como centro ceremonial y político del gobierno chino. En la actualidad es una atracción turística que alberga el Museo del Palacio.
El 天坛 Templo del Cielo. Complejo religioso imperial en Beijing
El Templo del Cielo (en chino simplificado 天坛, pinyin Tian Tan) es el mayor templo de su clase en toda la República Popular de China. Fue construido en el año 1420 y tanto la dinastía Ming como la Qing lo utilizaron para adorar por las cosechas (en primavera) y dar las gracias al cielo por los frutos obtenidos (otoño). Desde el año 1998 está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.